Historia del Turismo...

 Historia del turismo en la actualidad

Después de la Segunda Guerra Mundial se produjo un avance significativo en las conquistas de derechos individuales y sociales, se originó una sensación de paz y alegría. En ese contexto histórico surge con fuerza el desplazamiento de personas en busca de nuevas experiencias, porque el Estado de Bienestar posibilitaba el ocio y el tiempo libre. Esto permitió el desarrollo del Turismo.

Este movimiento de personas en busca de conocer, trajo aparejado consecuencias en los espacios geográficos y en las sociedades, se movilizaron economías, eran épocas de euforia de turistas dando lugar al Turismo de masas, coincidentemente con la sociedad de masas y consumo, propias del capitalismo a nivel mundial.

Los avances en antropología, psicología, sociología, realizaron sus aportes en el fenómeno turístico, analizando necesidades y motivaciones. Por esto se abrió una perspectiva social y multidisciplinaria que requirió de un Estado presente, dando lugar al Turismo Social. Tanto la accesibilidad (Ley 25.643), como la eliminación de barreras que impiden el uso y goce del Turismo, ponen en valor la actividad como derecho de todos los habitantes, sin discriminación alguna. El turismo es un indicador de calidad de vida básico proclamado derecho universal en la Declaración Universal de los Derechos Humano en su art. 24, expresa que “toda persona tiene derecho al descanso, al disfrute del tiempo libre, a una limitación razonable de la duración del trabajo y a vacaciones periódicas pagas.

A partir de las implicancias que la actividad fue provocando es que se considera al turismo como  una actividad socio-económica, estratégica y esencial para el desarrollo nacional. Por lo tanto, sus costos y beneficios deberían ser analizados en pos de su planificación.

La Ley Nacional del Turismo N° 25.997, expresa en su artículo 1°,“Declára interés nacional al turismo como actividad socioeconómica, estratégica y esencial para el desarrollo del país”,  y lo consagra al turismo como un derecho social y económico  de las personas. Tal reconocimiento expreso apunta a dos aspectos fundamentales:

1. Uno de carácter individual, que se relaciona con el descanso y goce del o las actividades contemplativas o activas en la naturaleza y con actividades de esparcimiento.

2. Otro de carácter social, porque existe una estrecha correspondencia entre la oferta turística y la identidad cultural de la comunidad que la forma, lo que de por sí constituye un atractivo para el viajero, elevando paralelamente la consciente profundización de valores que ostenta esa comunidad.

El artículo n°8 de la ley mencionada, faculta a la autoridad de aplicación para regir todo tipo de acciones orientadas al mejoramiento de la oferta turística nacional, entre ellas: la promoción de la educación turística, el fortalecimiento de la capacitación de actores y profesionales que se desempeñen en las actividades específicas, el incremento de la demanda mediante una permanente promoción de los destinos y sus prestadores en el exterior.

El turismo en Argentina se ha convertido en una actividad productiva capaz de generar crecimiento económico, nuevos puestos de trabajo y atraer inversiones del exterior. Mendoza, “Capital Internacional de la Vid y el Vino” es elegida debido a la fusión entre vino (Bebida Nacional), buen clima y montaña, aventura, paisaje, arquitectura y bodegas, termalismo, infraestructura para congresos, todo en un mismo lugar. Esto le da sustentabilidad al destino y lo convierte en un atractivo único durante todo el año. A esto  se suma la oferta de servicios hoteleros, gastronómicos y traslados que satisfacen a todo tipo de viajeros.

En este marco, el Bachiller en Turismo constituye una propuesta educativa que ofrece a los estudiantes el desarrollo de saberes vinculados al reconocimiento del potencial turístico de nuestro país, y a la puesta en valor de su contribución al desarrollo de regiones y comunidades. En la formación se propicia que los estudiantes adquieran saberes y capacidades tendientes a fortalecer el compromiso de los turistas y los actores de las comunidades anfitrionas en los procesos de prestación de los servicios y en la protección de los recursos naturales y culturales asociados a la actividad, a partir de la implementación  de campañas de sensibilización, concientización y difusión turística, y el diseño de material asociado.

La propuesta formativa de la orientación, a través de los saberes que en ella se priorizan genera las mejores posibilidades y condiciones para que los estudiantes se formen en la cultura del trabajo y del esfuerzo individual y cooperativo; reconozcan, planteen y demanden condiciones justas de trabajo; continúen estudiando más allá del nivel secundario; se incorporen a la vida social como sujetos de derecho, autónomos y solidarios. Es una orientación que favorece el desarrollo de experiencias tanto personales como grupales que les permitirán a los estudiantes adquirir capacidades inherentes a la orientación tales como observar, compartir, organizar, escuchar,  hablar, preservar.

En estas experiencias educativas el estudiante se transformará en “turista explorador de otras culturas”, o actuará como “coordinador de sus propios compañeros”. Se podrá percibir como animador o como jugador, será el responsable de preservar el medio ambiente y patrocinar nuestro patrimonio cultural, podrá transformar su entorno socioeconómico  utilizando la cultura adquirida.

Para un desarrollo del turismo con esta nueva mirada se requiere un ciudadano capacitado, creativo, consciente de su patrimonio, capaz de conocerlo y protegerlo, asumiendo que tiene una responsabilidad individual y social para que esta actividad sea una verdadera promotora de bienestar individual y social.

 

Espacio Curricular: "Patrimonios Turísticos", 
Prof. Daniela Villa.

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